Culturas Precolombinas
(Valdivia, Chorrera, Machalilla, Mayo-Chinchipe y Cosanga)
Las culturas precolombinas son aquellas culturas indígenas de América que se desarrollaron en la época histórica anterior a la influencia y dominio europeo. Aunqueprecolombino quiere decir antes de Colón, el término se aplica a aquellos pueblos que conservaron sus características autóctonas hasta que fueron conquistados y asimilados o influenciados por los europeos.
Valdivia:
Localización https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_valdivia#/media/File:Localizaci%C3%B3n_de_la_Cultura_Valdivia.PNG |
La cultura conocida como Valdivia vivió entre los años 4000 y 1500 a.n.e. Se extendió a lo largo de los valles fértiles de la costa, la cuenca del Río Guayas y el sur de Esmeraldas.
En la península de Santa Elena, los arqueólogos han reconocido el sitio Real Alto como una de las primeras aldeas o centros urbanos de América. Allí, la población socialmente más organizada y compleja, utilizando hachas, picos de piedra y azadas de concha y nuevas tecnologías como el manejo de aguas y movimiento de tierras, cultivó principalmente maíz, algodón, achira y fréjol.
Complementó esta actividad con la caza, la recolección de moluscos, ostras y caracoles en los manglares y la pesca en aguas profundas de donde obtenía la concha sagrada Spondylus, utilizada en ritos para propiciar la producción agrícola pues su presencia era signo de la llegada de las lluvias.
Dentro y fuera de las viviendas se desarrollaban actividades de carácter doméstico como la preparación de alimentos, el cultivo de plantas en pequeños huertos familiares, la fabricación de utensilios y herramientas para la caza y la pesca y la confección de diversos tejidos en algodón.
Reconocidos como uno de los primeros grupos ceramistas en América, utilizaron técnicas como el acordalado en la fabricación de cerámica en forma de mujer y vasijas decoradas con motivos religiosos que sirvieron tanto para el uso doméstico como para ofrendar a los espíritus; principalmente, en ritos relacionados con la fertilidad y la agricultura.
También trabajaron la piedra en la elaboración de distintas herramientas y objetos con representaciones de seres abstractos. La concha tuvo un gran valor simbólico, las piezas elaboradas en este material fueron depositadas en los enterramientos como parte de los ajuares funerarios.
En la península de Santa Elena, los arqueólogos han reconocido el sitio Real Alto como una de las primeras aldeas o centros urbanos de América. Allí, la población socialmente más organizada y compleja, utilizando hachas, picos de piedra y azadas de concha y nuevas tecnologías como el manejo de aguas y movimiento de tierras, cultivó principalmente maíz, algodón, achira y fréjol.
Complementó esta actividad con la caza, la recolección de moluscos, ostras y caracoles en los manglares y la pesca en aguas profundas de donde obtenía la concha sagrada Spondylus, utilizada en ritos para propiciar la producción agrícola pues su presencia era signo de la llegada de las lluvias.
Dentro y fuera de las viviendas se desarrollaban actividades de carácter doméstico como la preparación de alimentos, el cultivo de plantas en pequeños huertos familiares, la fabricación de utensilios y herramientas para la caza y la pesca y la confección de diversos tejidos en algodón.
Reconocidos como uno de los primeros grupos ceramistas en América, utilizaron técnicas como el acordalado en la fabricación de cerámica en forma de mujer y vasijas decoradas con motivos religiosos que sirvieron tanto para el uso doméstico como para ofrendar a los espíritus; principalmente, en ritos relacionados con la fertilidad y la agricultura.
También trabajaron la piedra en la elaboración de distintas herramientas y objetos con representaciones de seres abstractos. La concha tuvo un gran valor simbólico, las piezas elaboradas en este material fueron depositadas en los enterramientos como parte de los ajuares funerarios.
Chorrera:
Entre los años 950 y 350 ANE., los pueblos Chorrera ocuparon la Costa del Ecuador y se extendieron dentro del territorio, a lo largo de las costas del río Guayas y sus ríos tributarios.
Los arqueólogos han identificado restos de esta cultura en el sitio Chorrera, en la provincia del Guayas, y en la población de Salango, en la provincia de Manabí.
El bosque húmedo tropical en el que habitaron les proporcionó los recursos naturales necesarios para desarrollar una intensa actividad agrícola y pesquera. Un gran número de personas dedicó su tiempo al cultivo de maíz, zapallo, yuca, tomate y fréjol.
Su dedicación los condujo a la implementación de una nueva tecnología agrícola: el uso de camellones cerca de los ríos en zonas que se inundaban con gran facilidad. Los camellones o campos elevados de cultivo son acumulaciones de tierra entre las cuales se construyen canales de agua que a su vez sirven como criaderos de peces.
Los Chorrera se inspiraron en las formas de la naturaleza y, especialmente, en la cantidad de productos que cultivaban, para la creación de vasijas, botellas rituales, platos, silbatos, flautas, sellos y figurines huecos cada vez más finos y livianos, más pulidos e iridiscentes, más coloridos, elaborados y complejos.
El período en el que estos pueblos se desarrollaron fue de gran comunicación e intercambio entre regiones. Los ríos tributarios del río Guayas les sirvieron como vía principal de comunicación con sus vecinos. Entre sus principales actividades comerciales figura el intercambio de productos agrícolas por piedras, como el cristal de roca y la obsidiana, útiles para la elaboración de adornos y objetos de poder.
Los arqueólogos han identificado restos de esta cultura en el sitio Chorrera, en la provincia del Guayas, y en la población de Salango, en la provincia de Manabí.
El bosque húmedo tropical en el que habitaron les proporcionó los recursos naturales necesarios para desarrollar una intensa actividad agrícola y pesquera. Un gran número de personas dedicó su tiempo al cultivo de maíz, zapallo, yuca, tomate y fréjol.
Su dedicación los condujo a la implementación de una nueva tecnología agrícola: el uso de camellones cerca de los ríos en zonas que se inundaban con gran facilidad. Los camellones o campos elevados de cultivo son acumulaciones de tierra entre las cuales se construyen canales de agua que a su vez sirven como criaderos de peces.
Los Chorrera se inspiraron en las formas de la naturaleza y, especialmente, en la cantidad de productos que cultivaban, para la creación de vasijas, botellas rituales, platos, silbatos, flautas, sellos y figurines huecos cada vez más finos y livianos, más pulidos e iridiscentes, más coloridos, elaborados y complejos.
El período en el que estos pueblos se desarrollaron fue de gran comunicación e intercambio entre regiones. Los ríos tributarios del río Guayas les sirvieron como vía principal de comunicación con sus vecinos. Entre sus principales actividades comerciales figura el intercambio de productos agrícolas por piedras, como el cristal de roca y la obsidiana, útiles para la elaboración de adornos y objetos de poder.
Machalilla:
Entre el 1600 y el 950 a. n.e., los Machalilla vivieron en la Costa ecuatoriana en algunos de los lugares anteriormente ocupados por los Valdivia, desde la provincia del Oro, en el sur, hasta la provincia de Esmeraldas, en el norte.
Estos pueblos, pertenecientes a la tradición Valdivia, desarrollaron un nuevo estilo cerámico al que conocemos como Machalilla.
El paisaje en el que se desarrollaron se caracterizaba por el predominio de zonas de manglar seguidas por un exuberante bosque húmedo tropical. Así, sus principales fuentes de subsistencia fueron el manglar y la pesca de conchas, camarones y cangrejos.
Manejaron embarcaciones capaces de alcanzar grandes distancias desde la playa que les permitieron conseguir peces de aguas profundas como el atún y el picudo.
Complementaron su dieta con la caza de una gran variedad de animales que habitan el bosque húmedo como el venado pequeño, la zarigüeya o el saino y una horticultura incipiente.
Los arqueólogos identificaron aldeas y centros poblados con montículos ceremoniales y cementerios.
En Salango, antiguo centro ceremonial, los arqueólogos excavaron la tumba de una mujer Machalilla enterrada en posición recogida cuyo cuerpo estaba protegido por una gran pieza cerámica en forma de caparazón de tortuga.
Durante este período, aparecen, por primera vez en el continente americano, las famosas botellas con asa en forma de estribo, las figuras huecas con ojos en forma de granos de café, las múltiples perforaciones en labios y orejas y la pintura roja y blanca.
Estos pueblos, pertenecientes a la tradición Valdivia, desarrollaron un nuevo estilo cerámico al que conocemos como Machalilla.
El paisaje en el que se desarrollaron se caracterizaba por el predominio de zonas de manglar seguidas por un exuberante bosque húmedo tropical. Así, sus principales fuentes de subsistencia fueron el manglar y la pesca de conchas, camarones y cangrejos.
Manejaron embarcaciones capaces de alcanzar grandes distancias desde la playa que les permitieron conseguir peces de aguas profundas como el atún y el picudo.
Complementaron su dieta con la caza de una gran variedad de animales que habitan el bosque húmedo como el venado pequeño, la zarigüeya o el saino y una horticultura incipiente.
Los arqueólogos identificaron aldeas y centros poblados con montículos ceremoniales y cementerios.
En Salango, antiguo centro ceremonial, los arqueólogos excavaron la tumba de una mujer Machalilla enterrada en posición recogida cuyo cuerpo estaba protegido por una gran pieza cerámica en forma de caparazón de tortuga.
Durante este período, aparecen, por primera vez en el continente americano, las famosas botellas con asa en forma de estribo, las figuras huecas con ojos en forma de granos de café, las múltiples perforaciones en labios y orejas y la pintura roja y blanca.
Mayo-Chinchipe:
Entre los años 2000 y 300 a.n.e., en la actual provincia de Zamora-Chinchipe, grupos humanos habitaron la ceja de montaña, específicamente el área correspondiente al cantón Palanda, en las cabeceras del río Mayo-Chinchipe.
Vivieron en casas de forma redonda, dispuestas alrededor de una plaza central.
En excavaciones arqueológicas recientes, se descubrieron varias estructuras de piedra localizadas sobre una terraza fluvial y un camposanto con algunos depósitos funerarios.
Entre los contextos que se excavaron se destacan una hoguera ceremonial con ofrendas, un ordenamiento de piedras en forma de espiral y una tumba de pozo, con la entrada y la galería revestidas de piedras superpuestas, a manera de una segunda espiral.
Dentro de la tumba, como parte del ajuar funerario, se encontraron botellas de asa de estribo y cajas de llipta.
La presencia de materias exóticas dentro de las excavaciones, como conchas marinas del tipo Strombus o turquesas, sugiere que los habitantes del sitio participaron de una amplia red de interacciones con la Costa, la Sierra y la Amazonía occidental.
Los grupos que habitaron este lugar desarrollaron un importante arte lapidario que incluye figuras antropomorfas, chaquiras, cuencos y morteros que, a menudo, tienen representaciones iconográficas de animales de la selva tropical.
Vivieron en casas de forma redonda, dispuestas alrededor de una plaza central.
En excavaciones arqueológicas recientes, se descubrieron varias estructuras de piedra localizadas sobre una terraza fluvial y un camposanto con algunos depósitos funerarios.
Entre los contextos que se excavaron se destacan una hoguera ceremonial con ofrendas, un ordenamiento de piedras en forma de espiral y una tumba de pozo, con la entrada y la galería revestidas de piedras superpuestas, a manera de una segunda espiral.
Dentro de la tumba, como parte del ajuar funerario, se encontraron botellas de asa de estribo y cajas de llipta.
La presencia de materias exóticas dentro de las excavaciones, como conchas marinas del tipo Strombus o turquesas, sugiere que los habitantes del sitio participaron de una amplia red de interacciones con la Costa, la Sierra y la Amazonía occidental.
Los grupos que habitaron este lugar desarrollaron un importante arte lapidario que incluye figuras antropomorfas, chaquiras, cuencos y morteros que, a menudo, tienen representaciones iconográficas de animales de la selva tropical.
Cosanga:
Entre el 500 ANE. y el 1500 NE. diversos grupos ocuparon la sierra centro y norte y su vertiente oriental, a la altura de la región de Cosanga y Baeza, desarrollando un estilo cerámico que hoy día conocemos con el nombre de Cosanga-Píllaro o Panzaleo.
Estos grupos construyeron sus viviendas principalmente en las laderas de las colinas donde podían aprovechar los diferentes microclimas y tenían acceso tanto a los valles de las tierras bajas y cálidas del Oriente como a las tierras altas de la Sierra.
Su dieta se basó en el cultivo de maíz, yuca y camote y en la caza de venados, monos y diversas aves. La cerámica que elaboraron se caracterizó por una pasta tan delgada y fina como una “cáscara de huevo”, con variedad de formas entre las que sobresalen grandes vasijas globulares decoradas con rostros humanos pintados con rojo sobre blanco, a veces con dos cabezas de gemelos, llamas y caras sonrientes o gritando. También trabajaron el oro utilizando técnicas como el martillado y el repujado y comerciaron dicho trabajo con los habitantes de las costas del Pacífico y los grupos indígenas del Oriente.
Estos grupos construyeron sus viviendas principalmente en las laderas de las colinas donde podían aprovechar los diferentes microclimas y tenían acceso tanto a los valles de las tierras bajas y cálidas del Oriente como a las tierras altas de la Sierra.
Su dieta se basó en el cultivo de maíz, yuca y camote y en la caza de venados, monos y diversas aves. La cerámica que elaboraron se caracterizó por una pasta tan delgada y fina como una “cáscara de huevo”, con variedad de formas entre las que sobresalen grandes vasijas globulares decoradas con rostros humanos pintados con rojo sobre blanco, a veces con dos cabezas de gemelos, llamas y caras sonrientes o gritando. También trabajaron el oro utilizando técnicas como el martillado y el repujado y comerciaron dicho trabajo con los habitantes de las costas del Pacífico y los grupos indígenas del Oriente.
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